Durante septiembre todos estamos muy orgullosos de México. Por eso te contamos un poco de la historia de cómo se eligió el nombre de México para llamar a este país que tanto nos impresiona.

¿Qué significa México?
Existen diferentes versiones. La más difundida y aceptada es que el nombre México proviene del náhuatl: “Metztli” que significa Luna, “xictli/xic” es ombligo y “co” es una partícula para indicar que se trata de un lugar, así que se traduce como “lugar donde está el ombligo de la Luna”, “en el centro de la Luna” o “en el centro del lago de la Luna”, esta última es una referencia al lago de Texcoco donde estaba la capital del Imperio Mexica.
Otro versión asegura que México es la fusión de los vocablos: “mexitli” (así también se le llamaba al dios Huitzilopochtli según Fray Toribio de Benavente “Motolinía”) y “óxitl” (trementina), que se traduciría como los “ungidos” o “elegidos” de Huitzilopochtli.

Mientras tanto, también hay quienes afirman que México quiere decir “indumento de piel de liebre” u “ombligo de maguey”.
¿Quién llamó México a la capital de los mexicas?
El tlatoani Acamapichtli, en 1376, decide poner el nombre de México-Tenochtitlan a la ciudad que los mexicas habían fundado en el lago de Texcoco. Antes era llamada como Cuauhmixtitlan.
Aquel nuevo nombre fue como los conquistadores españoles conocieron a la ciudad que ellos empezaron a pronunciar como “Méshico” y después la escribían como “Méjico”.

El nombre es aceptado por los españoles y el rey Carlos I lo conserva bajo el título de la “Muy Noble, Insigne, Muy Leal e Imperial Ciudad de México” al ser designada como la capital del Virreinato de la Nueva España, así como del Reino y la Provincia de México (eran los rangos de la división política usada en esos tiempos, pero se los vamos a explicar unas líneas más abajo).
¿Por qué se usó el nombre de México para llamar al país?
Para responder esta pregunta es necesario entender el contexto del virreinato y la división política que se usaba en esa época.
Ya les dijimos que la Ciudad de México tenía un nombre muy rimbombante y largo que nadie, pero absolutamente nadie (quizás solo la gente de realeza) usaba. En general nadie decía: “Vivo en la Muy Noble, Insigne, Muy Leal e Imperial Ciudad de México”.

En un principio, la mayoría de la gente le decía México, a secas, a la ciudad (que en esos momentos solo se limitaba a lo que ahora conocemos como el Centro, o sea, las calles alrededor del Zócalo) y las personas que allí vivían eran “mexicanos”. Ahora nos resulta extraño, pero es que en ese momento otras poblaciones que hoy son parte de la CDMX como Iztapalapa, Coyoacán o Xochimilco no eran consideradas “México” ni a sus habitantes se les reconocía como “mexicanos”.

Incluso si nos extendemos por el resto del territorio, alguien de Oaxaca, Guanajuato o Mérida no se consideraba ni se sentía “mexicano”. Los habitantes de esas regiones decían que los mexicanos eran los que vivían en México, es decir, la ciudad capital del virreinato.
Otro detalle que debemos considerar es la división política. Durante la Colonia, a grandes rasgos, el actual territorio mexicano estaba dividido en las siguientes categorías: Reinos (que después se convirtieron en Intendencias) o Capitanías y provincias.

Así que México era la capital del Virreinato de la Nueva España y también se usó para nombrar como Reino de México al territorio que antes era del Imperio Mexica (que iba desde la costa del Pacífico en lo que actualmente es el estado Guerrero hasta el centro del país y llegaba hasta el Golfo de México en lo que ahora es Veracruz) y abarcaba las provincias de Valladolid (Michoacán), Puebla, Oaxaca, Veracruz, Guanajuato, San Luis Potosí y, por supuesto, México (que dio origen al EdoMex, Hidalgo, Morelos y Querétaro).
Es decir que teníamos una ciudad, una provincia ¡y hasta un reino! con el nombre de México. Con el tiempo, a lo largo de la etapa colonial, la referencia de México dejó de limitarse a la capital del virreinato y fue abarcando otros territorios de la Nueva España.
¿Qué otras opciones de nombres, además de México, había para llamarnos como país?
Como veníamos explicando, había partes del virreinato de la Nueva España que se llamaban México. Sin embargo, el nombre oficial y como aparecía en los mapas era “América Mexicana” o “América Septentrional”.
Bajo ese concepto, la gente sí se reconocía como “americana” aunque en esa época la población usaba más el origen de su familia. Por ejemplo: si venían de España, eran españoles; los criollos eran “españoles americanos”; si eran de un grupo náhuatl, eran mexicanos; o si eran de familia vasca, pues vascos; o tlaxcaltecas si sus padres eran aquel grupo y así nos podemos seguir.

Además de los nombres que mencionamos, durante la guerra de independencia en diferentes documentos se usaba: Anáhuac. Este nombre era una referencia al Imperio Mexica. Los mexicas así llamaron a la región que gobernaron (Anáhuac viene de los vocablos “atl”: agua; y “nahuac”: rodeado, que se traduce como “[tierra] rodeada por agua”).
De hecho, hubo una asamblea que se llamó el Congreso de Anáhuac el cual elaboró el Acta Solemne de la Declaración de Independencia de la América Septentrional.
Otras propuestas para el nombre del país en lugar México, fueron:
- República Federada del Anáhuac
- Pacto Federal del Anahuac
- República de los Estados Unidos del Anáhuac
Una vez obtenida la independencia, se eligió que el gobierno fuera una monarquía y de allí surgió el primer nombre del país: Imperio Mejicano.
Luego, cuando terminó esa etapa y el gobierno cambió de formato, la denominación oficial fue Estados Unidos Mexicanos. Más tarde, en la Constitución de 1857 se cambió el nombre por República Mexicana.

Sin embargo, con la elaboración de la actual constitución (1917), se volvió al nombre oficial Estados Unidos Mexicanos, o sea, México.